Que la exoneración de todos los cargos que le imputaban a la maestra Elba Esther Gordillo Morales ha removido las aguas del magisterio, no solo en el país sino también en el Estado, donde la ex lideresa sindical goza de simpatías, incluso de compadrazgos, pero también de antipatías y donde también ha sufrido traiciones de quienes, cuando la vieron tras la rejas, decidieron denostarla.
Que, por lo pronto, los poquitos integrantes en Campeche de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), organismo que se creó como disidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), que dirigía Elba Esther, dicen que estarán vigilantes de lo que haga la maestra, a quien no le perdonan su paso sindical.
Que los del CNTE y la ex lideresa sindical traen pleito casado, pues, Elba Esther siempre atacó a la Coordinadora e, incluso, acusó a sus integrantes de ser irrespetuosos, pleitistas y los calificó de “sicarios de la educación”. Sin embargo, ahora hay algo que los une: están en contra de la Reforma Educativa que se promovió en el Gobierno federal saliente.
Que otros que andan inquietos son Mario Tun Santoyo, presidente estatal del Partido Nueva Alianza, fundado por Elba Esther, quien es, por cierto, madrina de una de las hijas del campechano; y en el SNTE también hay nerviosismo de su líder, Moisés Mas Cab, quien apoyó la Reforma Educativa y, por tanto, se puso en contra de la ex jefe sindical. No cabe duda que esta historia entrelazada dará más de qué hablar.
