Por: Lorena García Méndez
“Dios me privilegió moviendo sus fichas para llegar hasta acá”, expresó el suboficial de Bomberos, Pablo Alejandro Chablé Vázquez, quien con 25 años dedicado a esta noble labor, se ha convertido en todo un héroe.
Originario del Poblado de Lerma, desde muy pequeño se interesó por actividades como la natación, lo que lo llevó a convertirse en experto en el rescate acuático y más tarde en el combate del fuego.
¿Por qué decide ser bombero?
Empecé en rescate marino donde estuve 5 años. Siempre tuve la inquietud porque mi deporte favorito, desde chamaco es la natación y mi casa está a un lado de la playa. Participaba en competencias y de ahí nació el rescate acuático, soy guardavida profesional y estuve en el área de rescate marino, luego me trasladaron al área de bomberos.
El departamento cuenta con todos esos servicios, rescate en el mar, rescate terrestre, combate a incendios. Aquí hacemos de todo y tratamos de transmitirles a nuestros compañeros lo que aprendemos en los cursos.
¿Qué significa para usted formar parte de este equipo?
Es mi modo de vida, no me veo haciendo otra cosa, realmente soy muy feliz en este trabajo, creo que es el mejor trabajo del mundo porque se basa en cuidar, proteger y el arriesgar todo por un semejante. Creo que Dios me privilegió moviendo sus fichas para que yo llegue hasta acá, ya que tuve la intención de hacer una carrera en la Fuerza Aérea como piloto aviador, para lo que me preparé machismo, pero por cuestiones familiares decidí regresar.
¿Qué es lo primero que piensa cuando escucha la alarma que indica la salida para atender un incendio?
Cuando nosotros escuchamos que hay el incendio de una casa, lo primero que pienso es en ubicar bien la dirección para que lleguemos de la forma más rápida, conforme vas avanzando hacia el lugar imaginas los posibles escenarios que puedes enfrentar para encontrar la solución lo más pronto posible.
¿Cuál ha sido el evento más difícil que le ha tocado cubrir?
Fue un accidente en el que un camión del servicio Panamericano se cayó a un barranco, en el Periférico, por Lerma, yo estaba cerca así que llegué primero a la escena, pero llevaba una camioneta ligera y aunque tenía extintores y una barreta no puede ayudar a esas personas.
Estaba incendiado el vehículo, traté de apagar el fuego, y con la barreta, de romper los vidrios sin tener resultado pues eran blindados. Recuerdo que ya no podía más pero seguía dándole. Es la situación más difícil por la que he pasado en mis 25 años de servicio.
¿Qué mensaje enviaría a la población?
Siempre hay que tratar de minimizar los riesgos, estar alerta, y si ven una unidad de bomberos con torretas y sirenas pidiendo paso, por favor que nos lo den, porque hay alguien que necesita el apoyo y los segundos cuentan.