A 25 días de concluir la LXII Legislatura del Congreso del Estado, los resultados que se entregan a los campechanos son contrastantes, pero en lo personal considero que con buen saldo a favor. Y es que en esta diputación hubo de todo, desde renuncias a partidos, insultantes protagonismos y berrinches, hasta choques legales que aún no se dirimen, caso concreto la inclusión del diputado suplente del partido Morena.
En lo legislativo, sin lugar a dudas hubo muchos avances, sólo por citar dos de ellos: la eliminación del pago de tenencia vehicular, pero sobre todo la creación del Sistema Estatal Anticorrupción que requirió de poco más de 16 iniciativas, así como todo el marco laboral. Como bien dice la presidente de la Junta de Gobierno y Administración, fue un tema que a lo mejor no se tocó mucho, pero su impacto es muy importante para la sociedad. Además, la eliminación del fuero.
Finalmente es la ciudadanía la que calificará el trabajo de la actual legislatura, yo en lo personal considero que fue adecuada y positiva, y prueba de ello es que el 97% de los dictámenes sometidos a votación fueron o han sido aprobados por unanimidad, y si se toma en cuenta que ésta estuvo conformada por muchos diputados de oposición, esto adquiere una dimensión mayor que habla bien de los cabildeos.
Primero, en su gran parte, fue Ramón Méndez Lanz quien como “pastor” del Congreso marcó el camino a seguir y puso el ejemplo del diálogo de la concertación, del cabildeo con todas las fracciones legislativas y con representantes de los diversos partidos políticos. Luego, en la parte final, Laura Baqueiro Ramos hizo lo propio, continuó con esa inercia que ha permitido, pese a los berrinches de los panistas que aún no están conformes con perder lo que fue su “bastión”: la alcaldía de Carmen.
Entre los pendientes destaca la Ley de Salud Mental que muy probablemente se herede a la próxima legislatura estatal, pues están en pláticas con las secretarías de Salud y de Finanzas, porque hay ahí un impacto presupuestal y eso también tiene que ajustarse, y aunque se hará lo posible para sacarla en las próximas semanas, podría dejarse un 90% adelantada para la LXIII Legislatura.
Como lo dice Baqueiro Ramos, no se trata sólo de sacar las iniciativas “al vapor” y que salgan mal, sino de hacer las cosas bien, pues el trabajo legislativo nunca se acaba, siempre hay que perfeccionar e ir de acuerdo a la actividad y a la forma como desarrolla la sociedad y todo eso genera cambios en las leyes, normas y reglamentos en beneficio de la población campechana.
En esta legislatura se abusó del protagonismo, surgieron paladines fantasiosos, constantes ausencias lo que marcó el grado de irresponsabilidad a los compromisos con el órgano legislativo, renuncias que evidenciaron las rupturas en los partidos políticos y surgieron los diputados independientes, aún queda por resolver el no llamado al diputado suplente de Morena y que fue llevado hasta los tribunales.
Se vislumbra ya la LXIII Legislatura, en la que todo apunta que será aún más compleja en su conformación, donde el PRI tendrá una minúscula ventaja sobre Morena y un panismo que fue relegado a la tercera fuerza política, pero todo apunta a que Ramón Méndez Lanz asumirá la presidencia del Congreso, y eso garantiza que habrá un trabajo serio y responsable. Al tiempo.