Empezó una legislatura que estaba firmemente comprometida a no repetir las malas prácticas de la politiquería, poco duró el gusto porque los legisladores de Morena hicieron trampa ocultando un pacto político con el que lesionaron el corazón de sus votantes, y le dieron la razón a sus más duros críticos.
No pretendo enfocar mi opinión en los temas que bastante se han discutido en esta semana sobre todo en redes sociales, pero sí quiero centrarme en el sentimiento colectivo que ha desatado el desacierto de los pupilos del presidente electo, la decepción.
Los que estamos atentos a lo que hacen los políticos no debe espantarnos que entre ellos hagan acuerdos o pactos, eso es política, pero cuando esos acuerdos no quieren que se hagan públicos, no se hacen de frente y transparente a los ciudadanos quienes finalmente les dieron la confianza por que prometieron hacer las cosas diferentes, entonces observo que regresamos al pantano de la simulación, de la politiquería.
A ojos de los ciudadanos lo que hicieron los senadores de Morena -incluyendo a Aníbal Ostoa, Cecilia Sánchez y Rocío Abreu- de rechazar en primera votación la solicitud de licencia de Manuel Velasco para que regrese a gobernar por tres meses Chiapas, (gracias a la modificación a la medida en la Constitución estatal) y tres horas después voten a favor, fue incongruente, leí en las redes sociales que lo calificaron de un tinglado absurdo y grotesco. Conforme avanzaron las horas la peste de esta politiquería se sintió, el PVEM ofreció cinco de sus diputados para que Morena sea mayoría absoluta en el Cámara de diputados. Pero había que escucharlo de la voz de los senadores, conversé con Aníbal Ostoa, a su manera catedrática explicó que no hay ningún motivo para negarle la licencia al güero Velasco y que no hay acuerdos entre Morena y el servilismo del PVEM.
Bien dicen que la mula no era arisca pero la hicieron a palos, y hoy nos quieren convencer que no hay un pacto entre estos partidos, evidentemente creemos que sí lo hay. Hoy nos dicen que no hubo “línea en Morena” evidentemente decimos: ¡claro que hubo línea!, ¡claro que están mintiendo! ¿Y porqué es importante subrayar este asunto? Aunque algunos compañeros periodistas digan que no es un tema importante, lo es porque es un duro golpe a la confianza y esperanza del ciudadano que votó por un cambio de fondo en la manera de hacer política en México. Falta mucho camino, pero en el termómetro social ya hay un grado de decepción.
Lo que me llama la atención es el silencio de los dirigentes de Morena, y de algunos de sus militantes que vociferaban el “no robar, no mentir, no traicionar”, dónde está la voz de Manuel Zavala, de Carlos Ucán, de José Luis Flores, de la misma Layda Sansores ¿Por qué tan callados?
PREMIO.- Hace unos días la Revista Líderes Mexicanos entregó su galardón, Alejandro Moreno fue premiado, a esta comida lo acompañaron el activo coordinador de comunicación social, Walter Olivera y el ex candidato a la alcaldía, Claudio Cetina. Dos de los de confianza del gobernador.
EXPULSADO.- Más tardó en levantar la mano Juan Francisco Portela para buscar competir en la elección interna por la presidencia estatal del PAN, que cuando se enteró que fue expulsado en automático del PAN por apoyar a su papá en la candidatura a la alcaldía de Campeche por el partido Liberal Campechano, le dijeron gracias por participar. Lanzadas la cartas, nos leemos la próxima semana.