Que, en el escándalo del día que involucra a las autoridades que en las próximas semanas dejarán el Ayuntamiento de Campeche, ahora se les acusa del millonario robo de maquinaria que presuntamente estaba al servicio de la Comuna, luego se descompuso y le han ido quitando pieza por pieza al parecer para venderlas como refacciones o chatarra.
Que, a decir de Mario Enrique Rosado Rodríguez, quien actualmente labora como vigilante dentro del patio de Obras Públicas ubicado en la parte posterior del panteón municipal Siglo XXI, en el trienio anterior dos maquinarias conocidas como bulldozer fueron llevadas inservibles para ser resguardadas.
Que, sin embargo, en la administración de Edgar Hernández, los vehículos fueron desmantelados por piezas. Sin embargo, hace unos días, una persona de apellido Dorantes, jefe de Departamento, le dijo al velador que por órdenes del Director de Obras Públicas, Felipe Antonio Jiménez Silva, debía firmar un documento donde aceptaba que el martes durante su turno se habían robado las piezas de ambos bulldozer.
Que, sin embargo, el velador se negó a firmar el documento y por ello Santiago Sánchez, subdirector de Obras Públicas, lo amenazó que si no lo hacía por las buenas, lo pondría a disposición para definir su situación laboral. Ojalá que el caso sea investigado, puesto que, de confirmarse el robo, hay un delito que se debe castigar, pero no con chivos expiatorios, como sería el velador, sino a los verdaderos autores materiales e intelectuales que ya hicieron maletas.