Que en Ciudad del Carmen se viven contrastes: mientras por un lado la euforia política ha pasado luego de que se determinó el triunfo en la urnas del priista Oscar Rosas González, en la población hay inconformidad pero por algo que para ellos es más importante: la Feria de Julio, en honor a la patrona de la Isla.
Que la voracidad de la actual administración, que encabeza el panista, Pablo Gutiérrez Lazarus,ha generado molestia entre los que tradicionalmente acuden con juegos y con productos, quienes se quejan de que el Ayuntamiento incrementó el precio de los impuestos que se pagan para participar en el evento, lo que hace imparable para varios, pues las ganancias son pocas.
Que, por otra parte, los carmelitas se quejan de la poca difusión que se hace a los eventos, algo que contrasta con el gasto millonario que realiza la Comuna en la cartelera de artistas. Una versión señala que no es que el alcalde ahora sea espléndido y contrate mejores artistas, sino que se quiere acabar el presupuesto para no dejarle nada a su sucesor, con quien perdió en las urnas. ¿Será venganza política o es mera coincidencia?
Que lo cierto es que, con feria o sin ella, con artistas o sin ellos, en la isla se mantiene la fe y se ha registrado buena afluencia de personas, de varios rumbos del país, para rendirle fervoroso tributo a la Virgen del Carmen, esa que no distingue entre buenos y malos gobernantes, y que está más allá de los gobiernos.