Ernesto Castillo es de las cartas de confianza en el grupo del poder político cercano a Alejandro Moreno, es un joven en quien sembraron altas expectativas adentro y fuera del PRI, pero en el camino se fue desdibujando y terminó preso de la realidad como un líder político en medio de una batalla que no construyó una identificación popular más que con él mismo. Y cómo dado que lo único valioso en la batalla es la victoria, el general sacrificó a su capitán, lo que era necesario.
Hace tres años, exactamente en enero del 2015 fui como reportero a cubrir a la Ciudad de México, al Comité Nacional del PRI, la designación del candidato a gobernador de Campeche. Recuerdo que vi entrar al edificio Adolfo López Mateos a los cuatro aspirantes, Ernesto Castillo fue quien acompañó a Alejandro Moreno cuando el presidente nacional del PRI, César Camacho le dio la candidatura a la silla grande. Habían tres años para pasar de la confianza a los resultados. A Castillo Rosado se le trazó la oportunidad y la ruta de ser diputado local y llegar a la dirigencia estatal del PRI como el capitán que conduciría a los tropas electorales del 2018.
Lo hizo bien como candidato a legislador, recorrió su distrito, hizo alianzas no solo con los liderazgos sino con la gente, la imagen de ser una propuesta joven, de ideas frescas era su contexto. Le llegó la presidencia estatal del PRI, y creo que fue una loza más pesada para el joven político. Estar al frente de un partido político es como estar al frente de una familia, donde la clave es la aceptación y convertir sus debilidades en fortalezas. Uno no escoge a la familia, pero camina con ella. Castillo Rosado y las bases del priismo no lograron entenderse, aún así mostraron disciplina y lealtad. Los resultados electorales del PRI no le fueron favorables, la permanencia de Castillo como líder priista ya no tiene efecto.
¿A dónde va Ernesto? Pronto lo sabremos, y en la trinchera que esté deberá recordar esta lección que lo lleve a una mejor gestión de recursos humanos, pues para tener un ejército que gane batallas depende de la capacidad de recompensar el esfuerzo y mantener motivados a la tropa. Por lo pronto, el reporte es que el PRI estatal debe mantener reposo por 24 horas más, mañana sábado el consejo priista dará un remedio intravenoso de 14 meses para oxigenar a este partido.
¡Ya falta poco! Es la expresión que los directores del ayuntamiento de Campeche se repiten constantemente entre ellos. Ya se quieren ir ante la falta de recursos para solucionar los problemas. El miércoles no hubo dinero para gasolina, no salieron los recolectores. Ya falta poco.
La rectora. Nadie esperaría que en su segundo día de trabajo tenga que atender una crisis de seguridad, a la nueva rectora le tocó. Los hechos violentos de la prepa Godoy pusieron a prueba su capacidad de reacción atendiendo lo vital de la UAC, los estudiantes. Ella es doctora en psicología, atención de víctimas. Ya veremos como enfrenta las otros crisis de la máxima casa de estudios.
Escondidos. El aspirante a la presidencia nacional del PAN sí estuvo en Campeche, la cúpula de panistas campechanos lo escondieron de los militantes y medios de comunicación. Escondidos, digo reunidos, en casa de la diputada plurinominal Nelly Marquez atendieron a Marko Cortés. Casual haciendo lo mismo.
Lanzadas las cartas nos leemos la próxima semana.