Por: Noemí Heredia Bernés
Campechana por adopción, Susana González Orozco lleva ya toda una vida entregada al arte de crear con las manos diversos artículos que hablan de las raíces mayas y españolas de nuestra cultura, pero sin duda lo que mejor sabe hacer es pintar.
Casada con Christian Soconini Heredia y madre de un pequeño de cinco años, Yerik, Susana González comparte la vocación de ser madre con la de preservar la cultura de nuestro pueblo a través en sus pinturas y grabados bajo la marca propia Mayart.
¿Cómo llega a Campeche?
Llegué en 1975, mi padre estaba en la Marina. Al llegar a Campeche mi madre decidió quedarse, pues encontró la tranquilidad de la que hoy todavía gozamos. Desde muy chica tengo la habilidad de pintar, como dicen, nací con ella, y ahora sé que es por herencia de mi abuelo materno, el maestro Pedro Orozco Velázquez, que radicaba en Guadalajara y se dedicó en sus ratos libres a varios oficios artesanales, aparte de dirigir el Coro de Bellas Artes de Guadalajara.
¿Por qué la artesanía?
El primer contacto fue a través de un artesano tabasqueño que llegó a radicar a Campeche llamado David García Rivero, quien me invita a pintar su colección llamada Piedras Ovales, un conjunto de piezas en piedra de estuco en las que se muestran la Puerta de Tierra, La Catedral y un garitón o atalaya. Para ese tiempo cursaba el primer año de carrera de Arquitectura, contaba con tan sólo 17 años. Posteriormente me invitó a atender su puesto de artesanías instalado en la Plaza de la República, y ahí es donde tuve mi primer contacto con la venta al público. Mientras esperaba que llegue la gente pintaba separadores de libros con la técnica de acuarela. Más adelante me involucré en hacer piezas en piedra que elaboraba el artesano. De los 13 modelos con temática maya que realizaba me gustaban tres: El Guerrero Maya, El Señor de la Estela de los Esclavos y el Jeroglífico.
¿Qué le distingue como artesana?
El abanico pintado y calado se ha convertido en mi producto líder. Lo manejo desde ya casi nueve años. En Campeche sólo existían abanicos de imitación de carey, pero en varilla de plástico. Al estar ya en el Bazar Artesanal se me ocurrió crear un abanico más artesanal con madera y manta, y hacerle algo diferente como el pirograbado sobre sus varillas de madera, con diferentes motivos como grecas mayas, murallas y la imagen de la Novia del Mar, etcétera. Además, no sólo pirograbarlo sino calar la tela haciendo los orificios uno a uno con el mismo pirograbado y formar diferentes figuras en toda la tela. También me ha distinguido, los abanicos diseñados con cenefa campechana, que me nace de la idea de ofertarlo como un accesorio a la ropa típica de nuestro Estado. Plasmo la pintura en todo tipo de artículos, así como grabados en piedra y madera.
Finalmente, Susana habla de la importancia de impulsar la actividad artesanal del Estado. “Para impulsar la artesanía si se requiere de un trabajo en conjunto puesto que si solo nos concretamos a heredarlo a nuestros hijos queda la posibilidad de desaparecer lo que hacemos”.