Confianza, respeto y lealtad

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A cinco días de haber enviado el mensaje político más trascendental en sus tres años de administración, que literalmente cimbró la consciencia de creyentes y protestantes, tan así que todavía digieren la dimensión del contenido que dejó asombrados a unos y perplejos a otros, pero al fin y al cabo con sendas reflexiones, el gobernador Alejandro Moreno Cárdenas inicia la segunda mitad del sexenio con nuevos y desafiantes retos, quizás los más difíciles como responsable de los destinos de los campechanos.
En un ambiente impregnado por la resaca del pasado proceso electoral, en condiciones políticas distintas al año anterior, Moreno Cárdenas -el pasado martes- dio muestra de carácter y determinación al desgranar la mazorca, grano por grano; y llamar a las cosas por su nombre en defensa de su proyecto de gobierno, en una elocución que impactó hasta los de casa, al poner sobre la balanza de la verdad los tres valores que guían su administración: confianza, respeto y lealtad.
Pero vayamos por partes. Alejandro Moreno, luego de entregar al Congreso local el Tercer Informe, acudió al encuentro con su gente; con los políticos de aquí y de allá; con líderes de opinión e invitados especiales, en lo que sería una presentación que rebasó pronósticos y ratificó el por qué el hoy gobernador ha escalado peldaños importantes en su carrera política, en más de 25 años.
Con una síntesis de lo alcanzado en la primera mitad del camino; eso que algunos no ven o no quieren ver, que no debe espantar a nadie si se toma en cuenta la lucha de intereses en que se encuentran algunos grupos en el estado, AMC dio cuenta de los logros alcanzados, entre otros, el avance sin precedentes en materia de seguridad y protección de los campechanos; en educación, vivienda y desarrollo económico. En gobernabilidad, que por supuesto no es obra de la casualidad. No es lo mismo gritar desde el burladero que tener al toro en medio del ruedo.
Ante gobernadores de los estados de México, Michoacán, Quintana Roo, Yucatán y Tlaxcala, así como del gobernador electo de Yucatán; ante líderes de partido y futuros legisladores federales, entre ellos el ex titular de Gobernación; ante dirigentes políticos de la entidad y lo más representativo del entorno social y económico, Moreno “pintó su raya”. También, “pinchó” la sensibilidad de toda la fauna de acompañamiento, al referir sus proyecciones y devociones.
Allí, el mandatario estatal, al ponderar la relación que sostendrá con la nueva administración federal, mencionó que entre órdenes de gobierno no existen jefes, sino esferas de competencias diferentes, y ratificó que con Andrés Manuel López Obrador habrá una relación política de respeto, de colaboración y de coordinación, pero aclaró que “del tamaño de la amabilidad federal, será la amabilidad estatal, porque ningún gobernante desciende del cielo para curar a un país de todos los males”.
Para que nadie diga, para que nadie invente, AMC, como lo han hecho algunos gobernadores y gobernadores electos distintos a Morena, rechazó a los coordinadores estatales que asumirían el papel de autoridad intermedia entre el Ejecutivo federal y los gobiernos estatales, en clara referencia a lo que en el alto y bajo mundo de la política se ha denominado “virreyes” de AMLO.
Pero eso no fue todo. Alejandro se declaró listo para construir un nuevo liderazgo nacional, una gran alianza, que sume a los millones de mexicanos que no se sienten identificados con corrientes que ganaron la elección federal, a quienes hizo un llamado para fundar el gran foro del pensamiento democrático. Un foro nacional de diálogo, de entendimiento y de acuerdo. Un gran foro federalista donde las alianzas se basen en un México a construir y no en un México a destruir.
¡A mí jamás me vencerán, pues dicen que para vencer a alguien se tiene que rendir, y yo jamás me voy a rendir!, remarcó, para luego decir que “por eso hoy les digo, que no nos dejaremos vencer por nada y por nadie: primero muerto antes que rendirme”. El multicéfalo entendió el poder de las palabras del gobernador, que sin tocar baranda llegaron a lo más hondo del sentir y del pensar de no pocos comensales de la política local, regional y nacional.
Ya para ese entonces, la selecta concurrencia se encontraba al filo de la butaca. Veía al mandatario estatal como promotor de los nuevos tiempos democráticos, por lo que de inmediato lo ubicaron en otros escenarios. Las conjeturas y especulaciones se dieron al por mayor, incluso entre los que circulan en sentido contrario al proyecto de gobierno de Moreno Cárdenas, que ese día llegó a hasta donde quería llegar.
Y como los buenos diestros taurinos, Alejandro dio la estocada final del evento, que no deja dormir tranquilos desde entonces a varios integrantes del gabinete legal y ampliado. ¿Por qué será? El gobernador fue claro y contundente: ajuste en titulares de dependencias y colaboradores. ¿Quiénes serán movidos a otras posiciones? ¿Quiénes bajan y quiénes suben al buque “Crecer en Grande? ¿Quiénes no pasaron la prueba del añejo?
El pasado proceso electoral dejó huecos en la titularidad de algunas dependencias, por lo que se habla de reacomodos, pero también de la entrega del finiquito a varios personajes, que no obstante de haber tenido la oportunidad de desarrollar en 36 meses una ecuación de primer grado, no lograron encontrar la igualdad al no darle el valor requerido a los términos confianza, respeto y lealtad.