
Al presidir las fiestas patronales de la Virgen del Rosario el Obispo de Campeche, monseñor José Francisco González González, recordó a los feligreses que se trata de la oración mariana por excelencia que alcanza a muchos la gracia y la misericordia de Dios.
El pasado domingo siete de octubre, Día de la Virgen del Rosario, monseñor González González presidió una emotiva ceremonia eucarística en la capilla erigida en su honor, donde además de celebrar con los feligreses otorgó el sacramento de la confirmación.
Recordó que es de suma importancia rezar con fervor el santo rosario, pues se trata de una oración por la cual la madre de Dios, la Virgen María, intercede por la humanidad para el perdón de sus pecados y ante cualquier necesidad física o espiritual.
Cabe destacar que previo a la misa, la comunidad rezó un rosario por el cual se unieron en oración y pronunciaron la jaculatoria “Nuestra Señora del Rosario, ruega por nosotros”, por lo que se pidió por la paz y la unidad de las familias, las vocaciones sacerdotales y religiosas, así como por las intenciones del Papa Francisco, entre otras.
CELEBRACIÓN EN CARMEN
De igual manera, el Obispo de Campeche se trasladó en esta fecha a Ciudad del Carmen, donde presidió la celebración eucarística en la parroquia dedicada a la Virgen del Rosario, momento que fue de gran fiesta para los feligreses carmelitas, ya que durante ésta, monseñor otorgó al sacramento de la primera comunión a más de una decena de niños y niñas.
La fiesta de la Virgen del Rosario fue instituida por el Papa San Pío V el siete de octubre, en memoria al aniversario de la victoria obtenida por los cristianos en la batalla naval de Lepanto en 1571, y que se atribuyó a la madre de Dios, invocada por la oración del rosario.
Por ello, en la Diócesis de Campeche, de México y el mundo entero esta celebración se convoca a los fieles a meditar los misterios de Cristo, en compañía de la Virgen María, que estuvo asociada de un modo especialísimo a la encarnación, la pasión y la gloria de la resurrección del hijo de Dios.
Información: Noemí Heredia Bernés