Con un llamado a no pretender abandonar la Cruz, sino amarla y llevarla con devoción, el obispo de Campeche, José Luis González González encabezó la misa conmemorativa al 453 aniversario de la llegada del Cristo Negro de San Román, símbolo del perdón y reconciliación con su grey católica.
En su mensaje, el Obispo recordó que la Cruz es símbolo de salvación, “pues si nos fijamos, las iglesias tienen forma de cruz, una parte más larga y otra corta porque es en la cruz donde se va a encontrar la salvación de Cristo y sus Apóstoles, a quienes les dijo que si querían seguirlo debían tomar cada quien la cruz que le correspondía.
“No deben abandonar su cruz en lugar de amarla y salvarla, porque la cruz se vuelve un trono de redención y salvación; cuando sientas humillación no queda otra manera de amar. Por eso, el Cristo Negro desde hace 453 años eso nos dice: Aquí estoy con mi pecho abierto, desgarrado por las heridas de la violencia e injusticia pero que emana amor, perdón y reconciliación”, afirmó.
González González recordó que las manos que Jesús había utilizado para bendecir y multiplicar los alimentos, se desgarraron en la cruz por el amor que le tienen a su pueblo y el Cristo Negro lo expresa con serenidad, y señaló que el que ama, cuando sufre, no deja de sufrir; pero el que sufre, cuando ama, transmite serenidad que causa ternura.
Dijo que por eso cuando el Cristo Negro está presente entre sus feligreses, cuando realiza los recorridos por tierra y por mar, cuando es tocado por quienes lo visitan en su casa, lo que inspira es una profunda ternura y gratitud porque su sufrimiento es de amor por los pecados de todos sus hijos.
“Jesús no sube a la cruz como un castigo, traición, venganza o falta de fortaleza; Jesús sube a la cruz por amor, porque su padre amoroso dijo que va a vencer al adversario obedeciendo hasta la muerte, una muerte de cruz, una cruz que nos hace cambiar nuestra manera de pensar”, puntualizó el Obispo.
Información: Daniel Castillo