Huesos en nunciatura reabre caso de joven italiana desaparecida   

4
Facebook
Twitter
Google+
Pinterest

Agencias/Roma

El Vaticano se encuentra de nuevo en el ojo de huracán por el descubrimiento de huesos humanos en la sede de la nunciatura en Roma, los cuales podrían pertenecer a la hija de un funcionario de la Santa Sede desaparecida hace 35 años.
La familia de Emanuela Orlandi, la adolescente que desapareció misteriosamente en 1983 en pleno centro de Roma mientras se dirigía a sus clases de música, pidió ayer aclaraciones al Vaticano tras el anuncio oficial hecho la noche del lunes por el vocero del papa.
“Hemos pedido con una instancia oficial que se nos informe sobre todo gesto, situación o descubrimiento. Queremos saber”, declaró a la radio italiana uno de los abogados de la familia.
La fiscalía italiana abrió inmediatamente una investigación y ordenó a la policía científica que establezca la edad y el sexo de los huesos descubiertos, así como la fecha y el motivo de la muerte.

¿Restos de dos personas?
Los medios de comunicación apuntaron ayer la hipótesis de que se trate de restos que pertenezcan a dos personas, ya que se encontraron en dos sitios diferentes mientras varios trabajadores realizaban labores de remodelación en el sótano de la embajada de la Santa Sede en Italia.
Ello les lleva también a sugerir que se pueda tratar de Mirella Gregori, otra joven desaparecida también ese mismo año y de la que nunca se tuvieron noticias.
El caso Orlandi tiene muchos componentes de misterio, ya que en la suerte de la muchacha se cruzan todo tipo de teorías que señalan a mafiosos italianos, a la Iglesia e incluso al turco Ali Agca, que en 1981 atentó contra el papa Juan Pablo II.
No se trata de la primera vez que la policía sigue una pista para encontrar el cuerpo de Orlandi. En 2012, expertos forenses exhumaron el cuerpo del famoso jefe de la mafia italiana, Enrico De Pedis, quien había sido enterrado inexplicablemente en una iglesia del Vaticano que estaba al lado de la escuela de música a la que acudía Orlandi.
El año pasado, un periodista italiano generó sensación cuando publicó un documento que había sido robado de un gabinete del Vaticano y que insinuaba que la Santa Sede había estado involucrada en la desaparición de Orlandi. El Vaticano calificó rápidamente el documento de falso, pero nunca explicó qué estaba haciendo en el gabinete.
Según expertos, si se logra extraer el ADN de los restos, se necesitarán entre siete y 10 días para saber si efectivamente pertenecen a las muchachas.

Milenio Diario