Rafael Montes/México
En 2017, el costo de la delincuencia alcanzó los 299 mil 600 millones de pesos, que representa 1.65 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) y equivale a 7 mil 147 pesos por persona afectada.
Así lo dio a conocer Adrián Franco, director de Estadísticas de Gobierno y Seguridad Pública del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en conferencia de prensa.
Hizo ver que ese nivel del costo de la inseguridad es el más alto desde que se comenzó a aplicar la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción de la Seguridad Pública (Envipe) en todo el país en 2011.
Según este estudio, la cifra negra, es decir, los delitos que no se denuncian, ascendió en 2017 a 93.2 por ciento.
Del 6.8 por ciento de los delitos que sí se denunciaron, en 55.9 por ciento de los casos los ministerios públicos no dieron ningún resultado, mientras que en 21.3 por ciento el asunto sigue “en trámite”.
Los costos de la delincuencia, precisó el Inegi, incluyen la pérdida económica derivada del delito, que representa 67.9 por ciento del total; los gastos para incrementar las medidas de seguridad en el hogar y en las personas, que en 2017 sumaron 89 mil millones de pesos, la más alta también desde 2011, y que equivalen a 29.7 por ciento, y lo que tuvo que pagarse por afectaciones a la salud a causa del delito del que se fue víctima, que representa 2.4 por ciento.
Julio Santaella, presidente del Inegi, destacó que de acuerdo con la ENVIPE, que se realiza anualmente, en 2017 se registraron 25.4 millones de personas que fueron víctimas de 33.6 millones de delitos, lo que representa una tasa de 29.7 por ciento de la población mayor a 18 años en México.
La encuestados consideraron también que acudir ante las autoridades para levantar una denuncias es una “pérdida de tiempo”, ya que 44.7 por ciento de los encuestados manifestaron tardar dos horas o menos en la agencia de la procuraduría de justicia de su entidad, pero 31.6 por ciento manifestó haber tardado más de cuatro horas en el trámite.
Franco explicó que la Envipe permite hacer estimaciones estadísticas sobre la victimización que afecta de manera directa a las personas y a los hogares en los delitos de robo total de vehículo, robo parcial de vehículo, robo en casa habitación, robo o asalto en calle o transporte público.
Esta encuesta no mide delitos como narcotráfico, delincuencia organizada, robo de combustible y trata de personas.
Las autoridades del Inegi destacaron que las estadísticas de extorsión pasaron de 24.2 por ciento del total de los delitos ocurridos en 2016 a 19.6 por ciento en 2017; sin embargo, el pago o la entrega de lo solicitado se incrementó al pasar de 4.4 por ciento de los casos a 6.8 por ciento.
Milenio Diario