Que los que no están contentos con nada son algunos de los militantes del partido Morena en Campeche, principalmente su dirigente estatal, Manuel Zavala Salazar, que anda desesperado y enloquecido luego de su derrota en las urnas mientras buscaba la alcaldía de la capital campechana. A él ni el “efecto López Obrador” lo pudo llevar a la silla del palacio municipal. Todo se paga en la vida, hasta la soberbia.
Que Zavala Salazar ha sido capaz de aliarse con militantes del PAN, partido al que Andrés Manuel considera parte de la “mafia del poder”, pero que ahora tal parece que ya no importa el pasado, sino solo la ambición por el poder del futuro. Y ahí, juntitos los dos, panistas y morenistas, buscan con demandas contra el Instituto Estatal Electoral conseguir los resultados que los campechanos no les dieron en las urnas.
Que lo malo es que no todos en Morena están de acuerdo con la decisión de Zavala Salazar de hacer pactos con la panista Yolanda Valladares, y eso lo tiene más enojado: como no puede imponer su voluntad de forma autoritaria y unilateral, como no acepta que alguien pueda opinar diferente y estar en contra de esa alianza podrida, ahora arremete hasta contra sus compañeros de partido.
Que el dirigente de Morena ya está enemistado con sus compañeros de partido, el senador electo, Aníbal Ostoa Ortega, y el diputado federal electo, Carlos Martínez Aké, quienes no están de acuerdo con la postura de Manuel Zavala. Lo malo para ellos es que la única que los puede meter en cintura, ya no volverá a Campeche, pues Layda Sansores, ahora será alcaldesa en la Ciudad de México. Así que aquí se matarán solitos.