Luis Alberto Moguel
Dedicado al 100 por ciento a la enseñanza y promoción de la cultura y el arte, es licenciado en Educación Artística por el Instituto Campechano, y recién concluyó la Maestría en Educación por la UNID.
A sus 26 años de vida, egresado de la Licenciatura de Educación Artística del Instituto Campechano y de la Maestría en Educación por la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), Luis Alberto Moguel García es ejemplo de empeño y pasión en la preservación y difusión del folklor a través de la danza.
¿Cómo surge la vocación por la danza?
Desde niño las danzas folklóricas atraparon mi atención, mis padres tenían varias amistades allegadas al quehacer cultural del Estado y de alguna manera estuve cerca de los bailables y otras actividades culturales, pero fue cuando llega el momento de elegir una profesión, cuando uno está en la preparatoria, que en la búsqueda de la universidad o institución me ofreciera lo que quería, la danza folklórica, que llega a mí la información y la idea de cursar la licenciatura en Educación Artística en el Instituto Campechano.
Inicié mis estudios y descubro que la Educación Artística es toda una gama de posibilidades, de conocimientos y habilidades por aprender y que de alguna manera se complementan unas con otras, me refiero a las disciplinas artísticas o del arte, pero sin duda alguna, lo que siempre ha sido mi pasión es y será la danza folklórica.
¿Artista o maestro?
Ambas cosas, cuando ingreso a la Escuela de Educación Artística del Instituto Campechano me doy cuenta de que estudiar cualquier disciplina artística va más allá, pues la vocación del arte es en gran medida, una vocación de donación, de servicio. Y es precisamente lo que en mucho aprendí en la carrera, los maestros ahí desarrollan en nosotros esa capacidad de transmitir el arte, de enseñar.
¿Cómo llega a “La Chácara”?
Cuando termino la licenciatura, como todos, nos enfrentamos al a pregunta “¿Y ahora qué sigue?” y pues me dedico a buscar trabajo. Uno de los primeros lugares a los que acudo es precisamente al Centro de Cultura Infantil y Juvenil “La Chácara” porque es una institución ya conocida para mí porque aquí realice mi servicio social e incluso alguna vez fui alumno como integrante de la Compañía de Danza Folklórica Juvenil.
¿Qué aporta la danza folklórica?
Mucho para quien la aprende y la baila. A las sociedad, la danza folklórica es de suma importancia para la preservación, fortalecimiento y promoción de la identidad de un pueblo, en nuestro caso Campeche, pero también como país.
El hecho de que alumnos campechanos aprendan bailables de toda la República constituye un valioso aporte tanto para la identidad y cultura de todo México.
¿Qué aconseja a los padres cuyos hijos quieren estudiar la danza?
Que estén cerca de sus hijos, los observen y sobre todo platiquen mucho con ellos para saber qué les gusta y que los apoyen en todo lo que deseen aprender, sobre todo cuando se trata del arte, pues no se trata en lo absoluto tiempo perdido. Está comprobado que un niño, una niña que se desarrolla en alguna de las ramas del arte desarrollan habilidades fundamentales para la vida como la expresión, la seguridad, el trabajo en equipo etcétera. Creo firmemente que la formación en cualquiera de las artes sea música, teatro, danza o artes plásticas, siempre les hará mejores para beneficio propio y de la comunidad.