Si el candidato cree que no necesita de nadie, le hace falta ver más Box. Mire, la batalla en una campaña electoral nunca la va a ganar solo la voluntad del candidato, por más legítima que sea y haya logrado una conexión positiva con un sector del electorado, una cosa es pensar la campaña y otra es hacerla. Fernando Mejorado es un reconocido estratega político y lo cito: “El origen de una campaña exitosa no es el marketing político ni los medios, sino la efectividad de su operación política”. Si usted ya se identificó con algún candidato o ya decidió su voto, esto es el resultado de toda una estructura invisible, de una súper maquinaría oculta a nuestros ojos que estudió la forma de pensar, de hablar y hasta de soñar del votante para mantenerlo motivado hasta que esté frente a frente con la boleta electoral y vote.
Una parte fundamental de esta estructura invisible, del sistema y organización que tiene la ardua labor de hacer la operación política, son las bases del partido político, los hombres y mujeres militantes, esos que primero se enamoraron de los ideales del partido y luego del candidato. Ellos son la vértebra, lo que le da sentido a la campaña. Si no se cuenta con la estructura invisible, solo queda decirle al candidato ¡Gracias por participar!
Para una campaña se requiere el apoyo de todos, hasta para controlar las crisis que ocasionan los dardos lanzados por el adversario. Pero si el candidato es arrogante, muestra una sobrada soberbia a los suyos, esta campaña seguro fracasa. En la política el protagonismo excesivo también cobra facturas. Te puedes pelear con los de afuera pero no con los de adentro. Esta crisis es evidente en el partido Acción Nacional, el control ha sido cedido a una persona que desde el principio le dijo a la militancia que no los necesita. Aunque el PAN tiene buenos candidatos con perfiles interesantes, parecen caminar solos, sin esa estructura invisible que les dé fortaleza en sus recorridos, en su contacto con la gente, sus campañas se están desfondando lentamente. Al PAN lo desmembraron, lo dejaron sin estructura, y en plena batalla dejaron a un comandante que no hizo conexión con los militantes de sepa en el blanquiazul. La militancia del PAN, su estructura invisible una parte se la llevó Alexandro Brown al PRD, otro fragmento la reventó Francisco Portela y el Partido Liberal la está aprovechando para posicionarse, otra gran parte se fue con su icono en elecciones, Juan Carlos del Río.
La operación política de los militantes es lo que motiva al voto, son los que cuidan y defienden las casillas el día de la elección, son los que sudan la camiseta por el proyecto, son la primera y última línea de defensa del candidato. ¿Aún siguen pensando que no los necesitan? ¿Que con pico y pala pueden construir la estructura invisible? Permítame decirles que el problema para un candidato que piensa así no es actuar al borde del abismo, el problema es no darse cuenta que está ahí sin la estructura invisible.
Lanzadas las cartas, nos leemos la próxima semana.
+++DESTACADO