Por: Daniel Castillo / Foto: Humberto Cu
Desde el primer minuto del viernes 16 de noviembre, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) inició la vigilancia en los municipios donde tiene presencia, como Campeche, Escárcega y Carmen, con motivo del Buen Fin para garantizar los derechos de los consumidores y que los comerciantes respeten las ofertas que tienen a la vista.
El delegado de la Profeco en Campeche, Pedro R. de la Gala, confirmó que ayer dieron la primera atención a un consumidor, porque la empresa no le quería hacer válida la garantía en la compra de una llanta, pero al final se logró la conciliación satisfactoria para ambas partes.
“Desde la madrugada realizamos operativos de vigilancia, recorrimos tres establecimientos para revisar que se respeten las ofertas y que efectivamente no hubiera re-etiquetamiento de los productos. Tenemos guardias de nueve de la mañana a 10 de la noche hasta el lunes”, informó.
Detalló que los operativos no solo los realizarán en las tiendas de autoservicio, sino también en el Segundo Gran Encuentro de Empresas de la estrategia Consume Campeche, que llevará a cabo de forma simultánea en Campeche y Ciudad del Carmen, para que todo se desarrolle sin problema.
Explicó que en Campeche y en Ciudad del Carmen se colocarán módulos adicionales a las oficinas que ya existen y que trabajan de manera formal.
Estos módulos los podrán encontrar en los centros comerciales de mayor afluencia para brindar una mejor atención.
“También tendremos brigadas itinerantes que harán recorridos en lugares donde haya una cantidad considerable de consumidores, para que puedan exponer sus quejas y solicitar información sobre sus derechos, así como los trámites que realizamos en la dependencia”, apuntó.
Con el personal de la Profeco, los consumidores recibirán orientación sobre las ventas a plazos en meses sin intereses, pues aunque eso le corresponde directamente a las instituciones financieras, tienen la responsabilidad de brindar la asesoría necesaria para los ciudadanos.
Destacó que durante el Buen Fin es cuando se les permite a los verificadores acompañar directamente al quejoso en la conciliación para que se pueda resolver de manera más rápida la queja y se eviten multas que pueden ir desde la amonestación, hasta cobros en efectivo que pueden alcanzar hasta los 150 mil pesos.