Que ahora el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un documento impreso al que llamó Cartilla Moral, un pequeño cuadernillo que será enviado a más de 8 millones de adultos mayores que reciben pensión, a fin de que enseñen a las nuevas generaciones a actuar en público y a cuidar ciertos valores, por encima de lo material y monetario.
Que la Cartilla Moral es un compendio de principios y valores escrita por Alfonso Reyes, escritor y filósofo mexicano, hace 75 años, y que ahora está siendo entregada por el gobierno federal a los receptores de programas sociales. Enumera una serie de ‘respetos’, que deben ser observados por el hombre para practicar el bien y la moral. Estos respetos morales son agrupados desde el más individual hasta el más general.
Que a decir de expertos, esa cartilla es obsoleta en un país que ha cambiado mucho desde 1944 cuando se escribió. Por ejemplo, tiene carencias importantes como lo es el uso de un lenguaje incluyente. No menciona ni una sola vez la palabra “mujer” y se habla todo el tiempo de las responsabilidades del hombre y la voluntad de los hombres.
Que lo cierto es que en la Constitución Mexicana está garantizado que cada persona puede escoger de manera libre su moral, religión y espiritualidad, siempre y cuando no se viole ninguna ley al hacerlo. ¿Y entonces porqué el gobierno federal nos quiere inducir a seguir cierta moral? ¿Y por qué utilizar a los beneficiarios de programas sociales para difundirla? Las autoridades deben estar dedicadas a resolver problemas urgentes, a establecer políticas públicas efectivas para la mayor parte de los ciudadanos; los asuntos morales son una decisión exclusiva de cada persona.
