R E F L E X I O N . . . A N D O
GASPAR ARIEL HERRERA F.
Leer es una buena costumbre; pensar y reflexionar sobre contenidos es maravilloso, pero entender y aplicar los nuevos conocimientos en la vida cotidiana es excelso, porque con ello se demuestra que la luz es la única que rompe con la más negra obscuridad. Se nace en un mundo para todos, en donde la infancia se sucede como en un cuento de hadas sin pensar que es en esa etapa en donde se deciden las vidas de los individuos; quien ama enseña a amar, quien miente enseña a mentir, quien está frustrado enseña amarguras, y quien vive en el poder enseña a manipular, humillar y joder.
Leyendo a Jonathan Swift, quien de manera clara, simple y sencilla establece que “La mentira y la Política, suelen caminar juntas, son compañeras de viaje y no se estorban. Hay que mentir bien y conseguir que haya siempre un punto de verdad en que se esconda siempre la mentira”; ¡vaya que es cierto si se respeta el término de política como el arte de la convivencia en el respeto de las diferencias existentes entre los individuos! aunque, ¿Porqué entonces no es así? ¿Porqué en la convivencia se permite el divisionismo que fortalece a la falsedad sin permitir una fe de erratas que determine que aquí no ha pasado nada? El que perdona demuestra debilidad y se olvida del fuerte lema doctrinario de Poder “Perdona, pero jamás olvides”.
La mentira está en todos, en mayor o menor cantidad, y eso es lo que la hace extremadamente peligrosa, pues no hay manera de detectarla cuando se está infectado del mismo mal; sin embargo tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, y así es cuando ésta se reconoce y se acepta, cuando la desconfianza pasa a ser capitán de la apacible barca existencial, cuando todos son amigos-enemigos de todos, cuando penosamente y con resignación se convierte en premisa de vida el “No confíes ni en tu madre”. ¡Lincoln, se te recuerda siempre como un libertador y tus letras eso es lo que demuestran. “Es posible engañar a unos pocos todo el tiempo. Es posible engañar a todos a un tiempo. Pero no es posible engañar a todos todo el tiempo!”
Los Partidos Políticos tienen una base filosófica magnífica que no concuerda con la gente que se ha adueñado de ellos para acumular riqueza, poder, y perpetuidad, lo que demuestra que en realidad no representan a la ciudadanía, sino a sus propios intereses sin ley. Ya se piensa en el secuestro en el ejercicio de los derechos ciudadanos, al buscar control total que termina de fragmentar la otrora pacífica convivencia de los pueblos; Existen estudios indicadores que marcan la alta corrupción en todos los sentidos y en todas las áreas. Funcionarios cesados y exhibidos públicamente, y nombramientos de los mismos para seguir haciendo historia con más de lo mismo.
No se vale calificar a todos de la misma manera, aunque para infortunio de aquellos que cruzan el pantano sin mancharse, son tan pocos que no se notan, y menos aún se notarán mientras los partidos sigan ignorando la clara situación de rechazo y los ciudadanos sigan aceptando la sumisión y el manejo de sus derechos al no exigir y valorar la actuación y el compromiso de cambio contraído con ellos. Si el juego está en ti, en mí en todos, entonces ganar, ES EL JUEGO…O EL PARTIDO?
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