El secretario del Ayuntamiento de Campeche, Paul Arce Ontiveros, reconoció que aunque estuvo en las manos de la actual administración municipal poner un freno a los incrementos en las tarifas del agua potable para este ejercicio fiscal, no lo hicieron.
Al ser cuestionado sobre el aumento de alrededor de 500 pesos en las tarifas, justificó que eso se derivó de una fórmula aplicada por herencia de la anterior administración, a pesar de que ellos realizaron una revisión de la misma en noviembre del 2018 y se decidió aprobar, que representó un alza superior al 20 por ciento.
Consideró que los ciudadanos deben cumplir con sus responsabilidades.
Aquellos que no paguen no resentirán el corte del servicio, pues la ley no contempla cortes a los morosos y señaló que las denuncias en redes sociales de la ciudadanía son por un pago correspondiente a un periodo diferente.
Agregó que hasta ahora ningún campechano ha ido a las puertas del Palacio Municipal a hacer pública su queja, pero aceptó que en caso de presentarse las quejas y si hubo un cobro mal realizado, el dinero excedente será devuelto.