Las gordas también…
Karla Sansores
Esta semana, aunque algunas noticias escandalosas y el seguimiento de la tragedia en Hidalgo lo opacaron, una declaración infortunada de una mujer, me hace pensar en lo lejos, muy lejos que estamos en el camino hacia la seguridad de las mujeres.
Y es que la diputada local de Morena en Veracruz, Ana Miriam Ferráez Centeno, opinó que lo mejor que pueden hacer las mujeres para estar seguras es estar en su casa antes de las 22:00 horas.
“Las mujeres tenemos que cuidarnos y estar todas protegidas, tomar medidas, ser más conscientes de que estamos en riesgo, de que salir a la calle es delicado… un toque de queda para que las mujeres no salgan después de las 10 de la noche”, señaló Ferráez Centeno.
No, las mujeres no tenemos qué cuidarnos ni estar en casa encerraditas ni mucho menos calladas. El toque de queda definitivamente no es una medida para evitar que las mujeres sigan sufriendo de violaciones, de trata o de feminicidios.
Sí es parte de nuestra tarea educarnos, concientizarnos de la problemática de la inequidad de género y de la violencia que viven nuestras “hermanas”, recordando que todas somos hermanas y por ello es que actualmente se ha acuñado el término “sororidad”.
Sororidad, recordemos que retoma la raíz “sor”, que quiere decir hermana. Que es la forma similar en que se llaman y se tratan las monjas, que dejan a sus familias biológicas para vivir juntas y darse apoyo, soporte emocional y religioso.
Ese es el actuar que nosotras tenemos qué practicar. No es esta actividad de dejarnos encerradas para que nada nos pase, como un vaso de cristal cortado al que debemos cuidar para que nadie lo rompa. Es salir y vivir la vida, ejercer nuestros derechos de seres humanos, de tener una vida realmente activa en la sociedad y en la política y siempre, siempre, apoyar a la otra mujer que trata en su día a día de hacer este ejercicio de tomar las riendas de lo que nos toca.
EL toque de queda, en todo caso, debiera quedar como exclusivo de los varones que en su momento han tenido un comportamiento violento, sodomizante, pedófilo, controlador, abusador, de ejercicio de poder. Incluso he escuchado a raíz del desafortunado comentario de la diputada morenista que, mejor solución es hacerles “la jarocha”. ¿Usted qué piensa?
Precisamente ayer, presencié a un hombre abusador golpeando a la novia. Llegó la policía. No hicieron nada porque ella no pudo denunciarlo, ella tiene MIEDO. Y vivimos en el toque de queda del miedo, lo que todas queremos, es poder salir en libertad, de esta cárcel en la que hemos estado durante muchos siglos.
Queremos el derecho e poder salir y demostrarnos a nosotras mismas que tenemos potencial, sin vivir con la zozobra de en qué momento nos acosarán (en el mejor de los casos) o en qué momento nos van a matar.
GORDITES Y BONITES
Mientras que en Argentina ya se están adaptando a utilizar la “e” para poder tener un lenguaje inclusivo, en México inician un movimiento ante el tema del toque de queda. Para empezar, prepararon un movimiento de protesta, subiendo en sus redes sociales sus fotografías acompañadas del hashtag #lacalleesnuestra y #lanochetambien