
Rafael Can Santos
Horrible muerte encontró el campesino Valdemar Rodríguez Pérez, de 41 años de edad, quien en estado de ebriedad se durmió sobre las vías del ferrocarril, por lo que el maquinista no pudo evitar arrollarlo quedando sus miembros inferiores dentro del área de la vía y el resto de su cuerpo fue materialmente destrozado (mutilado).
Los hechos se desarrollaron alrededor de las 05:30 horas entre los tramos férreos de Haro y Don Samuel, cuando el infortunado, quien al parecer era una persona con discapacidad, se quedó dormido sobre las vías del ferrocarril ya que había estado consumiendo bebidas embriagantes junto con algunos “amigos”.
Se desconoce si la máquina se detuvo, pues el occiso desde pequeño conocía la hora en que corría el tren por ese tramo; otros señalan que ya tenía varios días que se había dedicado a embriagarse y que, posiblemente, se había dormido sobre las vías, por lo que al pasar el ferrocarril le amputó sus extremidades inferiores muriendo instantáneamente.
Pobladores de la comunidad de Haro dieron parte a la central de radio de la Dirección de Seguridad Pública; la necropsia de ley arrojó que la causa de muerte fue anemia aguda por choque hipovolémico tras lesión vascular de paquete de miembros pélvicos inferiores; posteriormente, fue entregado a sus familiares para que le brindaran cristiana sepultura.
El hoy occiso era soltero, contaba con 41 años de edad, se dedicaba a las labores del campo, nacido y crecido en la comunidad de Haro.