Por: Noemí Heredia Bernés
Lesiones en manos y ojos, en muchas ocasiones pérdida de la vista, son las principales consecuencias del uso irresponsable de pirotecnia, alertó la doctora Jeanette Álvarez y Mena-Brito, del Colegio de Oftalmólogos de Campeche.
Explicó que al incrementarse en esta temporada decembrina, los casos de quemaduras y otras lesiones ocasionadas por la pirotecnia, es fundamental que la población tome precauciones.
Precisó que hacer uso de los fuegos artificiales pone en peligro tanto a quien los enciende como a quien los observa; por ello, la manera más efectiva de evitar una quemadura u otras lesiones es evitar el contacto con objetos que contengan pólvora, ya sean cohetes, cerillitos o luces de bengala, entre otros.
Los accidentes por juegos pirotécnicos provocan quemaduras que pueden ser consideradas de primero, segundo y hasta tercer grado.
En el primer caso, son aquellas superficiales, las de segundo grado dañan las capas de la piel, y de tercer grado lesionan piel, músculo y hueso.
Y las lesiones no solo se reducen a la piel en lo superficial, sino que alertó que también ponen en grave riesgo los ojos, pues los chispazos o impactos directos han sido causa de graves lesiones incluso la pérdida de la visión.
ESTRELLITAS Y BENGALAS, INSEGURAS
Por ello, exhortó a los padres de familia evitar en lo posible el uso de la pirotecnia, y en su caso, asesorar a sus hijos sobre el riesgo de usar cohetes para prevenir accidentes.
Cabe mencionar que aun cuando los padres creen que las famosas “estrellitas” y “luces de bengala” son inofensivas, éstas no son seguras para que sean manipulados por menores de edad.
En caso de que se produzca una quemadura, se aconseja lavar la zona quemada con agua limpia y fría, sin jabón; no colocar grasas, pomadas, aceites, dentífricos, polvos, cremas o soluciones de ningún tipo.
Es fundamental llevar de inmediato a la persona accidentada al centro de salud más cercano y no intentar despegar de la herida restos de tela o lana que pudieran estar adheridas a la quemadura, debido a que esto sólo aumenta el dolor y puede originar cicatrices deformadoras.
Y si la ropa se prendió con el fuego, hay que evitar que el afectado corra, y proceder apagar las llamas con una frazada, manta o tela gruesa, haciendo rodar al damnificado por el suelo.