Prosigue demanda contra la Comuna

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Francisca Leyva
“A mí no me va a asustar, a mis compañeros les digo que no tengan miedo, que hablen, porque eso que están haciendo es un atropello para sus persona” Francisca Leyva Trabajadora afectada

La señora Francisca Leyva señala que ante la falta de respuesta favorable de la Comuna en Conciliación y Arbitraje, prosiguió a la demanda contra de quien resulte responsable para su reinstalación en su antiguo puesto de trabajo, ya que fue despedida injustificadamente después de 18 años de trabajo en la Comuna.

Esta situación viven otras ocho personas y otras más sufren hostigamiento laboral de los actuales trabajadores del Ayuntamiento quienes dicen tener miedo de alzar la voz por temor a represalias.

“Yo voy a hacer lo que tenga que hacer de acuerdo a la ley”, manifestó la quejosa, después de casi dos meses de ser despedida injustamente.

Desde que se le dio de baja, sin que ella firmara la carta de renuncia o recibiera documento que avale su despido; no ha recibido pago alguno después de su última quincena, por lo que argumenta que al alcalde no le importa el bienestar de los trabajadores y sus familias pese a haber laborado 18 años en la Comuna.

Calificó de injusto que venga la autoridad a querer hacer su voluntad, ya que “él ocupa ese lugar porque le fue otorgado por el voto y decisión de los campechanos para responder bien a la ciudadanía, lo cual no parece ser la prioridad del edil ya que no pone atención a las calles y delincuencia de la ciudad”.

“Si le importara mi trabajo se hubiera presentado en mi oficina, pero jamás acudió a visitar esa área”, dijo al señalar que solo buscaba la renuncia del líder Manuel Bonilla para poder amedrentar a los trabajadores como lo viene haciendo desde siempre, ya que al igual que ella son otros ocho ex trabajadores los que sufren la misma situación.

Mientras que los empleados de otros sindicatos no alzan la voz ante el temor que les han infundido en las diversas áreas del Ayuntamiento; por lo que ella señaló que en caso de no conseguir una respuesta favorable llegará hasta las últimas consecuencias.

“A mí no me va a asustar, a mis compañeros les digo que no tengan miedo, que hablen, porque eso que están haciendo es un atropello para sus persona”, dijo tras acudir a las oficinas de la Junta local de Conciliación y Arbitraje, instancia en la que solicitó llegar a acuerdos con el alcalde, sin embargo después de tres citas para conciliación, ninguna autoridad acudió.