El obispo de Campeche, Monseñor José Francisco González González bendijo la Cruz del Apostolado asentada en la entrada a la parroquia de San Diego de Alcalá en la comunidad de Nunkiní, ante la grey católica a quien dijo “ahuyentará el demonio, esparcirá virtud de la que está llena, curará las almas y los cuerpos. Hará muchos milagros” a quien se acerque a orar.
En la ceremonia Monseñor hizo saber que es la cuarta cruz que la Diócesis de Campeche coloca en la entidad.
Al bendecirla explicó que la paloma simboliza al Espíritu Santo por sus alas extendidas que revelan a Dios recibiendo a sus hijos a partir de la reconciliación.
La cruz grande es el ser humano, que como destinatario de la salvación se ve atraído por el corazón en el centro, deja de pertenecerse a sí misma para convertirse en un discípulo del Padre Celestial.
El Sagrado Corazón de Jesús es símbolo de la presencia del hijo de Dios que la convierte en un camino ligero, capaz de ser recorrido con y optimismo sin dejarse llevar por el miedo o la desesperación.
La lanza significa el corazón abierto de Jesús dispuesto a recibir a las personas como son.