Y en una hermosa plaza liberada, me detendré a llorar por los ausentes.
Pablo Milanés.
Los años 60´s y 70´s estuvieron marcados por la participación de la ciudadanía latinoamericana en la lucha por espacios de representación y apertura en sus sistemas políticos, además de lamentables irrupciones del sector militar en temas políticos como en el Chile de Salvador Allende (1974) o la Argentina de Isabel Perón (1976).
Los acontecimientos recientes reviven esos años y ponen a nuestra región en la agenda, sobre todo en nuestro país después del asilo concedido a Evo Morales que ha desatado opiniones dividas en cuánto a si se considera o no golpe de Estado, su deposición como Presidente después del llamado por parte del ejército.
El punto que debe destacarse y pareciera pasar desapercibido, es el papel de las juventudes latinoamericanas en estos acontecimientos políticos que están marcando el rumbo de sus países y la región entera, por lo que resulta necesario hacer consideraciones generales de cada país, puesto que hay similitudes en su proceder.
Las agendas y demandas son diversas, desde las juventudes brasileñas que han salido a protestar por temas como falta de compromiso con el cambio climático, la situación del amazonas, recortes a la cultura y el alza al transporte público, que generó descontento por medidas similares en Ecuador y Chile.
Los países anteriores iniciaron movilizaciones por el aumento a los tarifas de transporte y metro, pero adhirieron otros sectores sociales con demandas propias y se desarrollaron en movimientos mayores. Lo mismo sucede en el caso Colombiano donde miles de estudiantes se manifestaron ante reducciones al gasto público en educación.
En Bolivia los jóvenes se unieron a las protestas después de los cuestionados resultados electorales en los que se intentaba reelegir Evo Morales, en lo que pareció ser el evento que colmó los ánimos públicos respecto a su perpetuación en el poder, aún con buenos resultados recientes en desarrollo del país andino.
Las manifestaciones en las calles de los mencionados países , se han acompañado de organización y convocatoria en redes sociales, asambleas de estudiantes, acompañamiento de sectores diferentes desde académicos hasta transportistas y manifestaciones artísticas para expresar el sentir desde el agravio.
Sin importar si viven bajo gobiernos de derecha o izquierda, las juventudes de Latinoamérica están participando activamente bajo formas no convencionales de actividad política, encontrando mecanismos de protesta con perspectiva de conflictividad para gestionar solución a sus demandas y causas.
Los motores de las movilizaciones son diversos como sus manifestaciones, lo que queda claro y es unánime es que latinoamérica cuenta con la participación de sus juventudes.
Por: Eduardo Arévalo