De auténtico terrorismo fiscal calificaron las nuevas disposiciones que pretende aplicar la Secretaría de Hacienda a los comerciantes establecidos, quienes aún sufren las consecuencias del esquema de Régimen de Incorporación Fiscal, así como a aquellas personas que se dedican a la venta de productos por catálogo.
Esta situación ya la habían advertido los comerciantes en pequeño, a través de la Federación Nacional que los agrupa, quienes siguen exigiendo que se establezca un esquema de pago de impuestos específico para las actividades que realizan, pues actualmente tienen problemas con facturaciones y declaraciones bimestrales.
Así lo afirmó la presidenta en Campeche de la Federación de Comerciantes en Pequeño, María Candelaria González Cajún, quien reveló que se han reunido con legisladores federales para exponer esta inconformidad que data desde el 2014, y que ahora se tendrá que sumar a las nuevas disposiciones de la Secretaría de Hacienda.
Recordó que, desde la administración federal anterior, no quisieron mantenerlos dentro del Régimen de Pequeños Contribuyentes (REPECOS) en el cual los comerciantes mantenían facilidades para hacer sus reportes ante el SAT, pero con el ajuste fiscal que se hizo dentro del programa Crezcamos Juntos, todos resultaron perjudicados.
“En el 2014, la mayoría de la gente que está con nosotros en la Federación fueron traslados al RIF y por eso, en su momento, discutíamos con la autoridad, porque no era posible que a nosotros nadie nos pidiera autorización para hacer ese cambio, pues a una persona nueva le regalaban cuatro mil pesos y a nosotros, que ya estábamos trabajando, nadie nos regaló nada”, comentó.
MEDIDA INJUSTA
La lideresa de los comerciantes en pequeño consideró injusto que no se esté atendiendo la gravedad de la economía de los agremiados, sobre todo, porque mantienen la esperanza de ser atendidos por los legisladores federales y el propio Gobierno Federal, pero hasta el momento se han mantenido cerrados para atender el problema.
En las reuniones que ha sostenido con sus agremiados, le han manifestado el temor que existe por tener que soportar nuevas medidas de fiscalización, no por estar cometiendo actos irregulares, sino por los bajos ingresos que tienen, los altos costos en los gastos como la energía eléctrica, y el no poder pagar por una contabilidad responsable.
“Para nosotros la lucha sigue, porque consideramos que al RIF le hacen falta algunos ajustes, porque nos sigue perjudicando, tenemos el problema de declarar obligadamente tres impuestos y muchos comercios ya no tienen la solvencia económica para poder seguir trabajando de esta manera”, apuntó.
INVESTIGAR A EMPRESAS
En sondeo realizado con comerciantes en pequeño, propietarios en su mayoría de tiendas de abarrotes, papelerías, y refresquerías, coincidieron en señalar que si lo que quiere el Gobierno Federal es tener mayores recursos, podría empezar con investigar a las grandes empresas que han dejado de pagar impuestos.
Rogelio Mendoza, propietario desde hace más de 15 años de una tienda de abarrotes, aseguró que siempre ha tratado de cumplir con todos los pagos que pide el Ayuntamiento de Campeche y no tuvo objeción en cambiar al Régimen de Incorporación Fiscal, pero ya no soportaría tener que pagar más impuestos.
“Cumplimos con el pago de agua comercial, la basura, la licencia de funcionamiento, ahora se suma el gasto para pagarle a un contador que nos ayude con las declaraciones ante el SAT, el pago de energía eléctrica se lleva nuestras ganancias cada mes, este es nuestro único sustento y no podríamos pagar más impuestos”, aseveró.
VENTA EN ABONOS
Quienes se sintieron más perjudicadas fueron vendedoras de productos por catálogo, quienes estarían entrando al nuevo esquema de recaudación que propone la Secretaría de Hacienda, para ampliar la base contributiva que permita mantener vigentes los programas de apoyo social que pusieron en marcha.
Estas comerciantes, si bien aceptaron que son consideradas como informales por no estar registrada su actividad ante ninguna autoridad, señalaron que los productos que ellas consumen para venderlas después, ya cuentan con su respectivo pago de Impuesto al Valor Agregado (IVA), por lo que no evaden esta responsabilidad.
“Cuando nosotras compramos el producto, al distribuidor le pagamos el respectivo IVA. Solo le agregamos un poco más al precio por el traslado, por el sistema de pago en abonos y nuestra ganancia que no es mucha, tenemos que vender muchas piezas para poder tener un poco más de dinero, no es justo que ahora el dinero también se lo demos a Hacienda”, señalaron.
Siembran pánico
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio en Campeche, Jean Du Bar del Río, afirmó en que las reformas aplicadas en el Congreso de la Unión para tipificar como delito grave la defraudación fiscal puede considerarse como terrorismo para empresarios y comerciantes.
Dijo que parecería que los legisladores y el Gobierno Federal lo que pretenden es sembrar pánico entre quienes soportan la carga contributiva, y un pequeño error o confusión, pudiera llevarlos a la cárcel señalados como delincuentes, por lo que se debe reconsiderar esta postura.