Se dice…

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se dice, columnistas.

Que no es ningún secreto que buena parte del desarrollo de Campeche depende de los recursos que el Gobierno federal decida entregarle al estado, ya sea por vía de las participaciones, pero principalmente por obras públicas que no solo benefician a miles de personas cuando son concluidas, sino que detonan la economía de diversos sectores que participan en la construcción. Es un círculo virtuoso que mueve el dinero e impacta positivamente.

Que, sin embargo, Campeche no es el único estado que espera los recursos y las obras federales. Hay un amplio abanico de entidades que requieren de apoyo. Por ello resulta importante analizar el Plan Nacional de Infraestructura, que hace unos días presentó el presidente Andrés Manuel López Obrador, que en un primer paquete incluye 147 proyectos, de los cuales 72 se ejecutarán y concluirán en 2020, con una inversión de 431 mil 318 millones de pesos. 33 proyectos se ubicarán en el norte del país, 35 en el centro, 32 en el sur sureste y uno abarcará varias zonas.

Que según dijo el Presidente, “es un compromiso de inversión del sector privado para impulsar el crecimiento de nuestro país. Hay voluntad, una clara franca manifestación de apoyo para que juntos logremos sacar adelante a nuestro querido México. Necesitamos la unidad y esta es una manifestación, una expresión de que ustedes como empresarios tienen dimensión cívica y social, que están preocupados por el desarrollo del país”.

Que lo malo es que Campeche no está incluido en ninguno de los proyectos para el próximo año, pero sí hay dos a realizarse entre 2023 y 2024. Uno de ellos es el libramiento carretero de Ciudad del Carmen, que se pretende construir sobre la Laguna de Términos, con una inversión de 384 millones de pesos. El otro es el libramiento carretero de Champotón, en el que la iniciativa privada invertiría 114 millones de pesos. Sin duda, aunque son a largo plazo, las obras son de importancia para el estado. Ojalá que se conviertan en una realidad.