Que ya se está volviendo costumbre que en las visitas del presidente converjan dos situaciones: la magnífica relación entre Andrés Manuel López Obrador y Carlos Miguel Aysa González, y que aunque el jefe del Ejecutivo federal llegue por otras razones, acaba por hacer anuncios de beneficios para los campechanos, en especial de las regiones donde se realizan las giras.
Que en el encuentro que tuvo apenas el domingo en Xpujil, Calakmul, no fue la excepción. Ahí, el Presidente tenía en la agenda un “Diálogo con los pueblos Maya peninsular, Chol, Tsotsil, Tseltal e indígenas migrantes”, a quienes les anunciaría que en diciembre se llevarán a cabo consultas ciudadanas sobre la construcción del Tren Maya, “para que el pueblo decida y no se imponga nada”.
Que, sin embargo, los lugareños llegaron al encuentro con López Obrador portando mantas en las que le pedían interviniera para resolver un viejo problema: la escasez de agua a causa de la contaminación del manto freático por la presencia de yeso. Por ello, señaló que Jorge Nuño, encargado de autorizar los proyectos por parte de la Secretaría de Hacienda; Rogelio Jiménez Pons, director del Fonatur y Blanca Jiménez, titular de la Conagua, analizarán todas las posibilidades para resolver el problema y de ser necesario traer el liquido desde Candelaria, “a través de un acueducto de buen tamaño. Es mi compromiso, es mi palabra que queda empeñada”.
Que antes de despedirse, Andrés Manuel les dijo a los asistentes que se lleva muy bien con el gobernador Aysa González, y hasta les preguntó si creían que debían de pelearse, y la respuesta fue un sonoro ‘no’. Sin duda, otra productiva visita presidencial, como lo fue hace poco en Palizada donde ya funciona un centro de acopio de Liconsa. Ya veremos en cuánto tiempo de resuelve la escasez del agua en Calakmul.