Agencias/Washington
El presidente Donald Trump se retractó de sus afirmaciones de que soldados deben disparar a migrantes en la frontera con México si éstos les arrojan piedras en su intento de ingresar a Estados Unidos.
“Lo que le hicieron (en México) es una vergüenza. Los lastimaron con piedras, algunos de seriedad, y les tiraron piedras a la cara. Si hacen eso con nosotros van a ser arrestados y procesados. No dije que les disparen, pero si hacen eso con nosotros, van a ser arrestados por mucho tiempo”, indicó.
Ayer, en una charla con reporteros en la Casa Blanca antes de viajar a Indianápolis, el mandatario aclaró sus comentarios del jueves pasado, cuando dijo que si los inmigrantes lanzan piedras, “nuestro ejército responderá”.
Dijo que si los inmigrantes que forman parte de la caravana recurren a la violencia, las piedras serían consideradas como rifles, pareciendo justificar el uso de fuerza letal por parte de soldados.
“Si nuestros soldados o agentes de la Patrulla Fronteriza van a ser heridos en la cara con piedras, vamos a arrestar a esa gente, pero eso no quiere decir que les dispararemos. Los vamos a arrestar rápido y por un largo periodo de tiempo”, insistió.
El mandatario confió en que los hechos ocurridos en México no se repitan en la frontera estadunidense y acusó a la prensa de generar violencia “por no escribir la verdad”.
Trump atacó las leyes migratorias de su país, en especial a la flexibilidad que el sistema de asilo ofrece a los inmigrantes, quienes pueden estar en libertad mientras su caso se desahoga en las cortes.
“Hay mucha gente mala. Hay gente que son criminales. Hay gente con antecedentes penales. Hay gente con antecedentes criminales. Podemos arreglar este sistema tan rápido, tan fácil, pero necesitamos algunos votos demócratas o elegir más republicanos”, aseveró Trump.
Otro tramo
En tanto, el gobierno de Estados Unidos anunció la construcción de otra parte del muro fronterizo, de casi 10 kilómetros, en febrero de 2019, en el sur de Texas, cerca del norte del río Bravo.
El proyecto denominado RGV-03 incluye la construcción de una valla de concreto que se reforzará con postes de acero de 5 metros de altura, los cuales se instalarán en la parte superior.
También informó que se removerá la vegetación y se colocará tecnología de detección, iluminación, videovigilancia y una ruta de patrullaje. El muro se colocará dentro del área de la McAllen Station en el condado de Hidalgo.
El contrato para este proyecto se adjudicó el 31 de octubre de 2018 a la compañía Slsco Ltd por un monto de 145 millones de pesos para la construcción. De acuerdo con un comunicado de la CBP, el muro servirá para no permitir el acceso a las organizaciones criminales, mientras que funcionarios federales, estatales, locales y personal de emergencia local podrán ingresar.
Asimismo, ayer un grupo de mil militares estadunidenses colocó rollos de alambre de púas sobre el Puente Fronterizo de McAllen-Hidalgo, que divide la frontera entre México y Estados Unidos, y más de 7 mil efectivos serán posicionados el fin de semana en tres estados en la zona limítrofe.
La cifra corresponde a lo ya anunciado: el envío a la frontera de 5 mil 239 solados que se unirán a 2 mil 100 reservistas de la Guardia Nacional ya desplegados ahí desde hace meses, indicó Michael Kucharek, portavoz del Comando Norte del ejército (Northcom).
El Northcom supervisa la operación “Patriota fiel”, destinada a bloquear las caravanas de migrantes centroamericanos que se dirigen hacia Estados Unidos para pedir asilo.
Los refuerzos estarán posicionados de antemano en la base aérea Davis-Monthan, en Arizona; la base naval de San Diego y la de los Marines en Pendleton, ambas en California, y la base naval de Corpus Christi en Texas. Pero su destino final “está aún por definirse”, precisó Kucharek.
Según un responsable del Pentágono que pidió el anonimato, un millar de soldados ya habían llegado el viernes a McCallen, Texas, uno de los principales cruces fronterizos con México.
Estarán encargados de operaciones logísticas y especialmente de la construcción de carpas “para nuestros soldados”, dijo Kucharek, destacando que no se ha tomado ninguna decisión aún sobre un eventual levantamiento de carpas para migrantes, como sugirió Trump durante un discurso electoral.
Por su parte, grupos de voluntarios antiinmigrantes de EU se reactivaron y retomaron sus operativos de vigilancia en la frontera sur, luego que caravanas de inmigrantes centroamericanos avanzan por México.
Texas Minutemen convocó a voluntarios para un operativo de vigilancia en la frontera de Texas, con el fin de sumarse a los esfuerzos de autoridades para frenar a los centroamericanos.
Shannon McGauley, un investigador privado que encabeza al grupo, dijo que tienen programado concentrar a decenas para vigilar tres puntos de la frontera.
Milenio Diario