Que el conflicto limítrofe que involucra a Quintana Roo, Campeche y Yucatán, lejos de resolverse por la vía pacífica, por el acuerdo y el diálogo que debe existir entre tres hermanos que nacieron de uno solo y que comparten costumbres y rasgos, está lejos de resolverse. Por el contrario, parece ahora complicarse.
Que el gobierno de Quintana Roo, que encabeza el ex priista y hoy panista Carlos Joaquín González, sigue atizando el fuego para tratar de apropiarse en los tribunales franjas con kilómetros de territorio que hoy son parte de Campeche y de Yucatán.
Que Joaquín González encontrado la comparsa del Congreso quintanarroense, que en un acto fuera de toda proporción, aprobó imprimir en documentos oficiales una cartografía en la que aparece el “nuevo mapa” de la Península, que solo existe en la mente del Gobernador del vecino estado, puesto el conflicto territorial actualmente está bajo análisis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y por tanto no hay ninguna resolución y los territorios siguen como siempre y no como pretenden los diputados y gobernante de Quintana Roo.
Que el hecho de que el Congreso y el Gobierno del Estado de Quintana Roo hayan mandado a imprimir mapas falsos, constituye un desacato a la Suprema Corte, que anteriormente notificó a Yucatán, Campeche y Quintana Roo la suspensión de los efectos de la reforma a la Constitución de la última entidad, para que se abstenga a realizar cualquier acto formal o material que amplíe o modifique los límites territoriales o la jurisdicción que actualmente se conserva.