Que el que estuvo recientemente en el ojo del huracán fue el diputado panista Jorge Nordhausen Carrizales, y no por su trabajo legislativo, que incluye varias polémicas, como al fijar su postura en contra de los grupos que están a favor del aborto; o sus enfrentamientos con legisladores de Morena en relación con la falta de pagos por parte de Pemex a los proveedores de Ciudad del Carmen; o incluso por tener dividida a su fracción parlamentaria, pues no todos están de acuerdo con que sea la cabeza de la misma.
Que más bien fue por un asunto personal, pues resulta que la diputada federal Gretel Culin Jaime, que representa a Colima, difundió en sus redes sociales que Nordhausen, en estado de ebriedad la acosó durante una reunión de panistas. No mostró prueba alguna, solo lo difundió en un grupo de WhatsApp, en el que dijo que no revelaría más “por respeto”.
Que la respuesta del legislador avecindado en Ciudad del Carmen fue que todo “son chismes que buscan causar daño a la imagen y a la integridad de una persona, y algunos medios lo han sacado de contexto”. Además, dijo que ya está aclarado el asunto de forma interna entre los implicados del Partido Acción Nacional.
Que el diputado local argumentó que no hay ninguna denuncia en su contra por parte de su compañera de partido, pero advirtió: “No vamos a permitir bajo ningún motivo que hablen de mí. Ya se hizo una investigación interna y cinco de seis diputados opinan lo contrario de lo que dijo ella”. Lo cierto es que se hizo escándalo por el tema. Si ya está aclarado, ojalá que sea suficiente, para evitar que asuntos personales salpiquen a figuras públicas. Tan deplorable es acosar como lo es acusar sin pruebas.