Bufete Jurídico
José Luis Ripoll
En estos tiempos de fin de año y década reflexionar sobre las cosas de nuestras vidas resulta recomendable. Don Eduardo Juan Couture, fue un prestigiado jurista procesalista uruguayo, que ejerció influencia en el derecho de países latinoamericanos.
Tiene un decálogo de mandamientos que los abogados solemos considerarlo como nuestro código ético o moral de comportamiento profesional. Sin embargo no obstante su fin deseable y recomendable, después de muchos años de propuesta, quizá ese decálogo deba ser actualizado.
El primer postulado es: estudia. ¿En cuál profesión no es importante estudiar? ¿En cuál se puedes ejercer sin estudiar? Si no estudias, dejaras de ser cada día menos abogado, termina diciendo.
O eres abogado o no lo eres, no puedes ser medio abogado, medio médico o medio ingeniero. Podrás ser abogado mal preparado, pero no dejar de ser cada día menos.
El segundo axioma se refiere a pensar. ¿Podrías ser algún profesionista sin pensar? ¿Podrías realizar alguna actividad humana sin pensar? Absurdo. Ejerzas la profesión que sea, por lógica elemental necesitas pensar.
Lucha es la tercera propuesta. Como actividad de ser insistente es loable.
4. De “no dar tu mano a torcer” en el sentido de siempre insistir en tus propósitos. Pero también sirve para todos los seres humanos independientemente que sean profesionistas o no. “Lucha por la justicia, más por el derecho.” Esto es polémico, ¿Como un abogado puede luchar por la justicia sin invocar el derecho?
5. Trabaja propone Eduardo Juan Couture, igual opera para todos. Sin trabajo honrado no hay superación honrada.
Se lea, esta también trasciende que seas profesionista o no. Con tu cliente y con el adversario, sostiene Eduardo J. Couture. Con el cliente se entiende por guardarle complicidad, pero ¿Con el adversario? Pienso que sólo es seguir las normas de la ética profesional no de la lealtad.
La lealtad es un valor humano erga omnes. Es prima hermana de la honradez, del respeto al otro. Pero sólo se es leal, cuando hay acuerdo, complicidad. Nada más.
La sexta propuesta es tolera, esta cualidad es básica para poder ir por la vida sin imponer, respetando al otro, es una característica que le falta a muchos individuos en la actualidad, decía Voltaire en su Tratado sobre la Tolerancia: “Podre no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”.
7. “Ten paciencia, el tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración”. El tiempo no se puede vengar de algo, ya que no existe, solo es una referencia de instantes. La venganza no es propuesta ética de ninguna manera.
El octavo mandamiento es Ten fe en el derecho, en la justicia, la paz y en la libertad, sostiene este decálogo. En términos generales coincido con esta propuesta. Son valores universales difíciles de ir en contra. Como dice Kant son imperativos categóricos. Actuar de tal forma que tus actos tiendan a convertirse en ley universal.
9. Olvida, coincido con esta característica. Aunque se refiere al abogado litigante que ha ganado para con su cliente un pleito. La profesión del derecho no solo es el abogado que postula los asuntos de sus clientes, hay otras formas de ejercer el derecho sin litigar.
El décimo y último mandamiento es Ama tu profesión. Con esta propuesta me quedo. El amor debe ser incondicional, amar la profesión de verdad, sin intereses de ningún tipo. Por haber encontrado en la abogacía una forma de exteriorizarse en la sociedad y con uno mismo. Una autentica forma leal de vida. De identidad entre lo que uno es y le gusta y lo que uno hace.