Taiwán anunció el día 20 que había ahuyentado a un barco de la guardia costera china que entró en sus aguas territoriales cerca de la isla Kinmen. La foto muestra al comisionado jefe de la Comisión Marítima, Khan Hegray, respondiendo a una entrevista. Foto tomada el día 20 (2024Reuters/Ann Wang)
[台北 ２０日 ロイター] – El día 20, Guan Bi-ling (miembro del gabinete) de la Comisión Marítima, responsable de la política marítima de Taiwán, lamentó que la inspección de un barco turístico taiwanés por parte de la Guardia Costera china haya herido los sentimientos del pueblo taiwanés.
Según las autoridades taiwanesas, seis agentes de la Guardia Costera abordaron un barco turístico taiwanés (11 tripulantes y 23 pasajeros) el día 19, comprobaron el plan de ruta, los certificados y las licencias de tripulación, y partieron unos 30 minutos después.
Guan dijo a los periodistas que es común que los barcos turísticos de China y Taiwán entren al mar por error. «Estos barcos no son ilegales», afirmó.
El Ministro de Defensa de Taiwán, Chiu Kuo-cheng, dijo a los periodistas que la cuestión debe resolverse pacíficamente y añadió que «responderemos de una manera que no intensifique las tensiones».
China está utilizando el sabotaje que mató a dos personas como «pretexto» para ejercer más presión sobre el próximo presidente de Taiwán, dijo a Reuters Lai Tsing-di, un alto funcionario de seguridad taiwanés. Parece dispuesto a seguir aumentando la presión antes de su toma de posesión el 20 de mayo.
Mientras tanto, según los medios estatales chinos, funcionarios de la Cruz Roja de Guanzhou (Cruz Roja) llegaron a Kinmen el día 20 con sus familias para recoger a dos supervivientes del incidente del vuelco.
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