El presidente estadounidense Biden declaró el 31 de mayo que el alto el fuego propuesto con el grupo islamista Hamás «proviene de Israel», y está claro que no cuenta con la aprobación del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en puntos clave.
Mientras la guerra en Gaza, la Autoridad Palestina, entra en su octavo mes, continúa un enfrentamiento sobre los intercambios de rehenes y prisioneros. La posición de Israel es que un alto el fuego en los combates no terminará mientras Hamás siga gobernando y manteniendo su capacidad militar. Hamás, por otra parte, tiene la política de no liberar rehenes a menos que se garantice un alto el fuego permanente.
El presidente Biden cree que Israel ya ha hecho suficiente daño a Hamás como para que un ataque como el del 7 de octubre del año pasado ya no sea posible. Hamás mató a unos 1.200 israelíes y tomó unos 250 rehenes durante ese tiempo. Biden dijo que ahora es el momento de poner fin a la guerra, liberar a los rehenes y reconstruir la Franja de Gaza.
El gobierno de Netanyahu, por el contrario, cree que los criterios para determinar si se repetirá la peor masacre de la historia del país el 7 de octubre son erróneos. La posición inquebrantable de la administración Netanyahu es que Hamás, designado grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, debe ser despojado de toda capacidad ofensiva, y que Israel no detendrá sus ataques hasta que se logre ese objetivo.
El presidente Biden hace un llamamiento a Hamás e Israel para que cesen el fuego: hoja de ruta de tres pasos (1)Hamás comentó que consideraba «positivo» el discurso de Biden en la Casa Blanca, incluido un «llamado a un alto el fuego permanente».
Los funcionarios israelíes dicen que el plan acordado por el gobierno no incluye un alto el fuego permanente. El primer ministro Netanyahu emitió dos declaraciones este fin de semana que contradicen las declaraciones del presidente Biden.
El informe inicial autorizó a los negociadores a elaborar un plan destinado a liberar a los más de 100 rehenes que permanecen en Gaza, pero dijo que el plan incluiría «destruir las capacidades militares y administrativas de Hamás; «lo que le permitiría continuar la guerra hasta llegar a Israel. Todos sus fines.»
La segunda declaración decía además: «Las condiciones para poner fin a la guerra siguen siendo las mismas: destruir las capacidades militares y administrativas de Hamás, liberar a todos los rehenes y garantizar que se elimine la amenaza a Gaza». Hay
A menos que se cumplan estas condiciones, es poco probable que Israel acepte un alto el fuego permanente.
La presión dentro de Israel está aumentando para que el gobierno acepte liberar a los rehenes, incluso si pone fin a la guerra. El presidente Herzog y el ex primer ministro Lapid, líder de la oposición, apoyaron el discurso de Biden. Las manifestaciones semanales que piden el fin de la guerra han atraído a más de 100.000 personas. Las filtraciones del equipo negociador israelí sugieren que algunos miembros se inclinan por poner fin a los combates a cambio de la liberación de todos los rehenes.
Titulo original:
Israel rechaza el alto el fuego en Gaza delineado por Biden(parte)